Nole es un joven con un pasado marcado por un accidente en el que su amigo Sam quedó gravemente herido por su culpa. Años después, Nole intenta seguir con su vida, pero vive atormentado por la culpa. Empieza a ver una figura negra con forma de pájaro —una criatura enorme, con ojos brillantes y alas metálicas— que lo sigue a todas partes. Al principio piensa que es producto de su imaginación, pero pronto se da cuenta de que el Blackbird es real o, al menos, tiene poder sobre él. La criatura parece alimentarse de su culpa, apareciendo cada vez que Nole intenta olvidar lo ocurrido. Cuando finalmente decide enfrentar su pasado y visitar a Sam, el Blackbird lo ataca, pero se revela que es una manifestación de su conciencia y remordimiento. El cuento termina de forma ambigua: se sugiere que el Blackbird desaparece cuando Nole acepta su culpa, aunque podría ser que lo haya consumido del todo. El mensaje central es que los traumas no desaparecen hasta que uno los enfrenta.
Jake es un niño enfermo que vive conectado a máquinas en su habitación. Su padre lo cuida mientras su madre está lejos, y Jake pasa la mayor parte del tiempo solo, con la compañía de su juguete favorito: un conejo de felpa llamado Simon. A medida que su enfermedad avanza, Jake empieza a tener sueños en los que habla con Simon como si fuera real. Con el tiempo, se da cuenta de que su alma podría permanecer junto al juguete después de su muerte, para no estar solo. Finalmente, Jake muere pacíficamente, y se insinúa que su espíritu realmente pasa a habitar dentro de Simon. Esta historia es muy triste y sirve como origen del espíritu que habita dentro del Stitchwraith en los epílogos. Es el mismo Jake que luego se muestra como la parte “buena” de esa entidad.
Toby es un adolescente retraído y frustrado con su vida, que sufre de ira contenida y se obsesiona con el fuego. Un día, encuentra una caja vieja con partes de un animatrónico quemado (relacionado con Springtrap). Tras manipular los restos, Toby empieza a sentir que algo dentro de él cambia: siente calor constante, como si algo ardiera bajo su piel. Su comportamiento se vuelve agresivo y violento. Con el tiempo, se da cuenta de que está poseído por un espíritu atrapado en los restos: el alma vengativa de alguien que murió en un incendio, probablemente ligado a Afton. Toby termina consumido por el fuego interior, provocando su propia destrucción. La historia mezcla el terror psicológico con el horror sobrenatural, explorando cómo el odio puede “infectar” a alguien desde dentro.
El Stitchwraith continúa moviéndose mientras Jake, el niño dentro de él, empieza a entender su propósito. Ahora está consciente de que comparte su cuerpo con Andrew, un espíritu lleno de rabia que busca venganza contra William Afton. Jake quiere liberar las almas atrapadas, mientras Andrew solo desea castigar a Afton por toda la eternidad. Durante el recorrido, ambos entran en contacto con restos de tecnología de Fazbear Entertainment y con cuerpos de víctimas, reuniendo pistas sobre lo que realmente ocurrió. El epílogo termina mostrando que el Stitchwraith se está acercando a algo grande, preparando el terreno para la conclusión de su arco en los siguientes libros.